De nueva cuenta se logró una suspension
al aumento de $7.00 a la tarifa del transporte público en Jalisco pero esta vez
no fue ni la FEU ni la organización conciencia cívica presidida por Salvador
Cosío quienes lograron dicho cometido sino Movimiento Ciudadano encabezado por
Enrique Alfaro. Con la sagacidad política que le caracteriza Alfaro esperó el
momento exacto – tal como los boxeadores lo hacen al conectar un knockout – para
meter un golpe certero. El amparo que interpusieron los diputados locales de
Movimiento Ciudadano estaba en trámites desde tiempo atrás, sin embargo no
procedió hasta poco después de que el titular de la Secretaría de Movilidad
diera una conferencia de prensa anunciando que el aumento a la tarifa era
inminente y de paso se lavó las manos al declarar que éste era un problema que
se venía arrastrando desde la administración anterior. No hubo mejor momento
mediático para que Alfaro desafiara abiertamente al gobierno estatal dando
marcha atrás al aumento con el amparo que ellos impulsaron.
Mientras el gobierno estatal
expuso a la Secretaría de Movilidad al permitir que Mauricio Gudiño saliera
ante los medios anunciando el cambio de tarifa sin admitir ninguna
responsabilidad Alfaro aprovechó una oportunidad de oro para apuntarse un triunfo.
Y no es un triunfo menor no solo por la importancia que ha ido adquiriendo el
tema en los últimos meses, sino por ser uno de los servicios básicos que la
población necesita para sus actividades diarias: cualquier variación en su
costo representa un impacto importante en su economía.
Escuchaba decir al gobernador
Aristóteles en entrevista al respecto del tema que su gobierno estará del lado
de la gente pero los hechos no le dan la razón: quien ganó la simpatía de la gente y sigue trabajando
en acrecentar su popularidad es Enrique Alfaro. Si bien es cierto que ya habían
fructificado dos intentos anteriores tanto de la FEU como de Consciencia Cívica
de parar el aumento a la tarifa ninguno de ellos tuvo la atención de los
reflectores que éste último conseguido por Movimiento Ciudadano. En este
sentido el gobierno estatal cometió el error de no prever la siguiente jugada
en el tablero del ajedrez político de parte de Alfaro e incluso da la impresión
de que minimizaron cualquier posible reacción de la oposición preocupándose más
por deslindarse al culpar al gobierno pasado que en entrar de lleno a la
resolución del problema. La peor postura que está tomando el gobierno entrante
es no darle importancia a sus opositores y ésta sacudida que les han dado tiene que
servirles para evitar exponerse de esta manera. Seguramente tomarán cartas en
el asunto porque Alfaro demostró que les va a pegar de la forma en que más les
duela, sin contemplaciones y con el mayor impacto mediático posible.
Más allá de los ataques políticos
lo verdaderamente sustancial para Alfaro de este nuevo amparo promovido por Movimiento Ciudadano es que él –
quien una y otra vez se ha proclamado como un líder ciudadano – sigue cosechando la simpatía popular mientras
el gobierno del estado queda como el villano de la película al ceder ante las
presiones del llamado pulpo camionero.
Apenas comienza el sexenio y el
PRI sufrió uno de sus más importantes descalabros. Parece que vendrán muchos dolores
de cabeza más para ellos que tienen nombre y apellido: Enrique Alfaro.